El origen del bolso

En esta nueva entrada del blog, os voy a contar el origen del bolso, qué además de curiosa es muy interesante. Antiguamente, el bolso o bolsa tenía como finalidad, transportar objetos de un lugar a otro. En cambio hoy día, es un complemento indispensable en cualquier outfit.

 ¿Empezamos?

La historia del bolso comienza en la prehistoria, ya entonces se usaba unas bolsas para transportar el alimento que cazaban o hierbas que recolectaban y esto se sabe por unas pinturas rupestres encontradas en cuevas.

En Egipto también se han encontrado evidencias de su uso. Allí, los historiadores han encontrado jeroglíficos donde figuras masculinas portan una bolsa atada a la cintura en las que se cree, se utilizaban para llevar semillas y hierbas. Estas bolsas las realizaban con la piel de los animales.

De hecho, en el museo de El Cairo, se conserva una estatuilla conocida como “ El hombre de la mochila” en la que se ve cómo un joven egipcio transporta en la mano una pequeña cesta y en la espalda, una mochila.

 

  

La historia de la Antigua Grecia cuenta que, los asirios, llevaban los sellos de la firma en un estuche abolsado colgado de la cintura. Cuando se extendió el uso de la moneda, se inventó la bolsa de cuello anudado. Los griegos solían llevar un bolso de viaje elaborado con cuero al quellamaban “birsa”. 


En Roma en cambio, las bolsas se llamaban “
bursas” y niños, mujeres y hombres portaban en ellas sus efectos personales. Los pobres usaban un retal de paño como bolso mientras los ricos los llevaban de mejor calidad. Primero fueron bolsos de cuero y más tarde de tela que sirvieron para llevar objetos de primera necesidad como monedas, cosméticos, peines, etc.

En la Edad Media el bolso sufrió cambios. Se elaboraba con piel de ciervo, puerco o ubre de cerda donde los poderosos contaban con bolsos de tela bordados. Se cerraban con dos cordones cuyos cabos pendían de la boca de la bolsa y se abrían por medio de otro y eran objetos de regalo. 

A finales del siglo XV se habla de bolsas de seda y de bolsitas relicario bordadas con motivos religiosos hechos con perlas y oro de Chipre. Otros, llevaban unos cascabeles de plata que se usaba como una especie de alarma.

Por otro lado, los campesinos usaban cualquier material para crear un bolso, desde la madera hasta pieles de animales como la comadreja, el conejo o el cordero. También se empleaban fibras de lino, lana o algodón que se tejían y coloreaban con cáscaras de cebolla mezcladas con semillas y zumos naturales y dónde para las clases más pobres los colores eran sobrios como el gris o el marrón, para las clases más pudientes se usaban toda la gama de colores adornados con hilos de oro y plata y también con piedras preciosas.

En los siglos XVI y XVII el bolso se llenó de adornos y detalles haciendo de él una pequeña obra de arte. Las señoras de alcurnia los solían regalar como recuerdo o estar de estima a caballeros y a amigas bordados por ellas.

Cuando se quería pagar un favor, deuda o servicio importante, se entregaba en mano una bolsita de cuero cerrada con un par de monedas de oro en su interior.

En estos siglos se hizo famoso el bolso misterio que ocultaban en su interior compartimentos secretos para joyas, monedas, perfumes, etc. 

En los siglos XVIII y XIX aparecen nuevos modelos de bolsas, sobre todo, estilos cartera. Algunos modelos estaban elaborados con materiales muy diferentes como la piel y la seda y los usaban tanto hombres como mujeres y que usaban para portar documentos.

Es en estos años cuando el bolso deja de ser algo práctico para convertirse en parte de la moda, usados para llevar objetos personales aunque el dinero se llevaba en otro tipo de bolsitas convirtiéndose finalmente en carteras o billeteros.

A mediados del siglo XIX aparecieron los primeros bolsos de viaje pero en miniatura co un practico y rápido sistema de apertura y cierre, compartimento secreto y llave.

Los primeros bolsos de metal se comenzaron a fabricar en 1820 por los orfebres. Gracias a la empresa Whittier and Davis Company, estos bolsos se tuvieron en esta época su gran auge. 



En el siglo XX, el bolso se convierte en un complemento que debe hacer juego con zapatos y vestido. El parisino Hermès creó un bolso que Grace Kelly hizo clásico.

Jeannette Paul Gaultier fue el más revolucionario creando los bolsos cacerola, las mochilas y bolsos diminutos.

Givenchy diseñó bolsos que llevó Audrey Hepburn.

Como veis, el origen y trayectoria del bolso es muy interesante. Me lo he pasado genial y he aprendido mucho buscando toda esta información que creo os puede interesar a los amantes de los complementos. Si es así, déjame un comentario con tu opinión.

Nos vemos en la próxima entrada.

1 comment

  • Muy interesante el origen y trayectoria del bolso. Gracias por difundir la historia de esa forma tan amena.

    Rosa María Díaz Onieva

Leave a comment